Conocidos como sofocos de la menopausia, por ser un síntoma habitual durante el periodo de transición entre la edad fértil y la menopausia natural, estos acaloramientos súbitos de origen hormonal pueden ir desde una molestia que aparece de vez en cuando hasta algo bastante molesto y presente varias veces a lo largo del día, durante años.
Vamos a ver cómo son los sofocos de la menopausia, cuánto pueden durar y cómo debes actuar en caso de padecerlos, tanto si ceden con remedios como si necesitas medicación. En este último caso, recuerda que, en nuestro centro El Campanario (en Calahonda, Mijas) contamos también con un equipo de ginecología que puede ayudarte a que tu transición a la menopausia sea menos molesta.
¿Cómo son los sofocos de la menopausia?
Cuando experimentes un sofoco moderado o intenso, lo vas a saber sin dudarlo. En caso de que los tuyos sean livianos o tengas simple curiosidad, pasamos a dejarte la lista de cómo suelen presentarse los sofocos de la menopausia en la mayoría de las mujeres. Puedes no presentar todos los síntomas, o tener sofocos de distintas intensidades y sintomatología a lo largo de tu transición a la menopausia.
- Sensación repentina de calor, que se traduce en un enrojecimiento del rostro, el cuello y el tórax.
- A veces, a la vez que aparece el acaloramiento, experimentas ansiedad.
- Puedes sufrir también palpitaciones mientras dura el sofoco.
- Un síntoma menos notable es la sequedad vaginal, que durante el episodio de acaloramiento repentino se vuelve más marcada, pudiendo llegar a ser causa de molestias.
¿Cuánto duran los sofocos de la menopausia?
Como suele suceder en el caso de los cambios hormonales y el ciclo menstrual, ni todas las mujeres presentan sofocos de la misma intensidad (algunas ni siquiera llegan a experimentarlos), ni tienen una duración definida.
El valor medio que obtenemos haciendo estudios de población en países como España, arroja valores que pueden oscilar entre 1 y 3 años. Sin embargo, algunas mujeres los padecen durante 10 y hasta 12 años.
Los ciclos y la forma en que pasaron de la ovulación a la menopausia tu madre y tu abuela materna pueden darte una pista sobre cómo podría ser tu caso. No se trata de un dato fiable al 100 % y ahora contamos con la ventaja de la terapia hormonal sustitutoria para quien la precise.
¿Qué puedes hacer si sufres sofocos relacionados con la menopausia?
Si padeces sofocos intensos o muy recurrentes y piensas en la necesidad de soportarlos durante años, es normal que te preguntes qué tomar para los sofocos de la menopausia. Lo cierto es que solo tu ginecólogo, tras hacer un seguimiento de tus niveles de estrógenos y teniendo en cuenta tu historial clínico, cuenta con la información suficiente para decidir si te conviene tomar algo o no.
Lo habitual es probar antes con una serie de remedios para los sofocos de la menopausia que no implica el uso de fármacos, pasando a las analíticas y el control rutinario cuando estos remedios no funcionan.
Sin embargo, nunca está de más realizar una consulta con el ginecólogo en cuanto comienzan los primeros desajustes en la menstruación, tanto tu menopausia parece complicada como si ni la notas. Si te encuentras en Mijas o alrededores y deseas evitar esperas, puedes solicitar una cita en la Clínica El Campanario.
Vamos a ver cuáles son esos remedios sencillos contra los sofocos de la menopausia y por qué suelen funcionar.
Vístete con varias capas de ropa
Cuando estamos ante un cambio de estación y el tiempo puede variar de repente, acostumbramos a vestir con varias capas de ropa, para ir desprendiéndonos de las más externas en caso de que sintamos calor. Este mismo truco funciona para controlar los sofocos ligeros de la menopausia, porque, pese a estar padeciendo un sofoco, el cuerpo mantiene el mecanismo de regulación térmica.
Acostumbra a llevar agua fresca contigo
Ante los primeros síntomas, beber unos sorbos de agua fresca también ayuda. Puedes llevarla contigo, por ejemplo, en un termo, cuando por horario o localización sabes que no vas a poder beber agua fresca con inmediatez.
Descubre y evita los factores desencadenantes
Son muchos los factores que favorecen la aparición de sofocos. Algunos, como el tabaco, las comidas picantes y el consumo de alcohol afectan a casi todas las mujeres, mientras que otros, como el estrés o el consumo moderado de cafeína, dependen de cada paciente en particular.
Por supuesto, tener un peso adecuado o llevar una vida razonablemente activa ayuda a mantener los sofocos bajo control.
Realiza un seguimiento de tus sofocos, tanto para determinar cuáles son esos factores desencadenantes en tu caso, como para ofrecer el cronograma a tu ginecólogo en la siguiente visita. Ambos tipos de información le serán de mucha ayuda si lo tuyo va más allá de un ligero acaloramiento.
Elige ropa cómoda
Este truco es de sentido común, aunque no está de más recordarlo. Imagina que, de repente, además del calor, comienzas a sudar.
Si tu ropa, además de cómo es amplia, sobre todo en los meses de más calor, las corrientes de convección del aire pueden ayudarte a disipar mejor el sudor y, de esta manera, a refrescarte antes.
Los sofocos de la menopausia son frecuentes, aunque su intensidad varía mucho de una paciente a otra, así como los años durante los cuales tienden a darse. No todas las mujeres necesitan tratamiento hormonal ni todas son candidatas aptas, por lo que lo primero que debes hacer cuando aparezcan los ciclos menstruales irregulares o los sofocos, es pedir cita con un ginecólogo y aplicar una serie de remedios conservadores, mientras recibes el resultado de las analíticas y el médico tiene en cuenta tu historial clínico.